domingo, 22 de abril de 2012


Es como el sabor a noche.
Verano decrece y canta
Canta, canta como oscurece la luna
Cuando nada es el silencio.
Óyeme, óyeme porque el viento en el bosque
No lo repetirá jamás.
Mirándote, te busco desnuda,
Te busco, pero calla,
Que igual nos oyen.
Tuerce la miel ardiendo en tu vientre,
Y bajo la enredadedera que sube por tu muslo
Se esconde un duende
Un  duende que salta y juega dentro de un túnel.
Y lucha, y vence cuando entra y sale
Cuando susurras gemidos
Y arañas, y muerdes, y aprietas.
Duerme, duerme otra vez
Que esta noche los caballos galopan
Siempre lento, luego rápido
Hacia un sol de mañana
Hacia el fin de la primavera que crece.
Y se evaporan los ratos con lenguas desnudas
Y arañes mi espalda.

lunes, 19 de marzo de 2012


Fue a punta de navaja
Cuando los gatos al amanecer
Hicieron de luna, sangre lenta.
Fue un último beso
Sin poner los pies en el suelo
Los dedos de otro acariciándola.
La sombra se seca en las esquinas
Unos ojos negros tras los cristales.
Los edificios se erigen en ruta
Hacia el pozo de ambas ciudades.
Un violín estrellado contra el suelo
Y un buitre arrancando sus entrañas,
Su corazón de verso de plata.
Palizas, gestos, patadas.
Vértigo hacia el fondo del túnel
Los coches, pasan a mi lado,
Las noches se vuelven día.
El tacto del frío, cuando sale el sol.
Puñetazos contra la pared,
Contra el implícito lugar, ten cuidado.
Corre el demonio a sus anchas
Por estas calles de eterno néctar
De miel, azufre, lluvia y frío.
Un hombre malherido, acude al hospital
Chillando a todo el mundo
¿Dole s ta, patan de oledad?
La cabeza sangrando, el cuerpo fuera
Son las cicatrices de un mal lugar.

lunes, 12 de marzo de 2012

Detengo una bala en parte del chaleco
Buscando una salida a lección suicida.
Sirven las sirenas un vicio, una flor
En el precipicio hacia el corazón del diablo.
Me dan miedo agujeros de tabaco sobre la manta
Y los escapes de gas en la cocina.
Septiembre siempre es el linaje
De los lunes con caricias de mentira.
Me viene a la cabeza, una lágrima que se yo
Un putrefacto olor a naftalina.
Y mirando en la ventana
Sirenas de ciudad
No quiero olvidarme de la poesía.
Parece que el cariño, no es fuerte en esta canción
Que quisiste olvidarme al doblar la esquina.
Quizás sean esto, lecciones de dolor
No me gusta ir tan deprisa.
Luego mirando el cielo, gris sobre razón
Nadie me enseñó que la vida no se vive
Se la enfrenta.
El odio que te tengo,
Reflejo de mi amor
Hacia recuerdos que se olvidan.
Así que no hay rastro de mis huellas,
Y esta noche de madrugada
Bajaré a la calle, a gritar a todos, IROS A LA MIERDA.

domingo, 11 de marzo de 2012

Madrid

Enciende en el terreno
Una luz de nocturnidad
Sabe que la suerte
No tiene parientes cercanos.
Y luego en el silencio
Viviendo de la soledad
Mira la ventana, sueña lejos.
Camina por la calle
Las venas de la ciudad
Tacones lejanos hacia su tumba.
El día de su cumpleaños
Dicen que empezó a llorar
Que no valía la pena ser lluvia.
Madrid tuerce la esquina
Directa a la estación
Atocha está encendida en corazón.
Y mira una princesa
Las cartas del tarot
Predice un canto de sirena.
En la última esperanza
De la calle menor
Se fue la noche en la gran vía.
Taxis en servicio
Vuelta al sabor
De habitaciones vacías.

domingo, 25 de diciembre de 2011


Se sabe la canción antes de tocarla,
Pero cuando van a acercarse los dos
Prometen clavarse una espina
Que no deje traición.
Si yo supiese como decir palabra a palabra,
Verso a verso, mirada a mirada,
Si me supiese guardar los secretos en
Rincones cerca de mares profundos.
Si las gaviotas no contasen nuestros cuentos,
Y los caminantes no cerrasen nuestras almas.
Veo ceniza engañada entre besos,
Siento el calor de su piel
Encerrado entre el tacto de nuestras lenguas.
Por ti fingiré no quererte,
Y sabré olvidar que existes cuando sepa recordar.
Cuéntame, ¿Tu que tal vas?
Hace días que no te oigo latir,
Y parece que algo te escuece,
Dime, ¿Qué es lo que ves?

Miradas rotas entre voces de silencio,
Versos de un poeta, rotos en el barro,
Noches de rutina guardadas en un cuadro,
Gritos de un lunático que chilla en la llanura
Gente que ríe del pobre que perece,
Muertos en vida avergonzándose de la luna.

Sabré besarte una vez más cuando falte el cariño,
Y después… olvidare que has existido.
Si es que acaso, existe el olvido.

miércoles, 26 de octubre de 2011


Cuesta salir al mundo,
Corrientes frías se acercan por el oeste.
Nubes grises entre rayos de luz,
Lluvia que moja la pradera,
Y el otoño enseñándote los sueños perdidos
Los ruiseñores tienen modales en la mesa,
Vuelan junto a un mar enfurecido.
El faro se detiene en un punto fijo,
Hace frío.

Cuesta hallar la palabra,
Noches blancas, ceniza en polvo,
Vestido elegante entre colchones vacíos,
Llueve afuera, las ventanas crujen, llegó el otoño.
Duermes al calor de la leña,
Un respiro de melancolía
Dibuja líneas y trazos.
Sobre el lienzo la pintura
Espera la escarcha de los primeros rayos de amanecer.

Páramo de noches oscuras,
La luna se desnuda, personificada en Virgen.
Suenan las campanas
Anunciando la llegada de los caballos,
Trote de vítores y estandartes,
Desde las ventanas pañuelos blancos.
La luz del cometa vuela al paso de la procesión
Tras ellos, una legión de demonios
Pisan las aceras con los pies descalzos.
Hace frío.
Recuerdo de noches blancas
En escritos de otoños olvidados.

domingo, 23 de octubre de 2011

Los acompañantes dados de la mano,
Se mantienen en vilo ante las sombras que acechan fuera del círculo.
Los juegos quedan a las espaldas de un niño que habla solo,
Y las ganas de hacerte caer en la locura,
Rebosan en una palangana con mierda, gente y barro.
Un beso, una caricia, una gota de agua,
Una puerta que se cierra de golpe, un acto violento, un chillido.
El portal esta abierto y los monstruos salen en busca de la luna,
Que ilumina la claridad en medio de la espesura negra.
Un ángel, una sombra, un demonio al cruzar la esquina
Un infierno bajo la última llama
De una vela encendida.
Un te quiero, un te echo de menos,
Un todo, un nada, un destino,
Y un pitillo tirado al suelo
Donde queda atrás, fuera de sueños y caminos.