domingo, 25 de diciembre de 2011


Se sabe la canción antes de tocarla,
Pero cuando van a acercarse los dos
Prometen clavarse una espina
Que no deje traición.
Si yo supiese como decir palabra a palabra,
Verso a verso, mirada a mirada,
Si me supiese guardar los secretos en
Rincones cerca de mares profundos.
Si las gaviotas no contasen nuestros cuentos,
Y los caminantes no cerrasen nuestras almas.
Veo ceniza engañada entre besos,
Siento el calor de su piel
Encerrado entre el tacto de nuestras lenguas.
Por ti fingiré no quererte,
Y sabré olvidar que existes cuando sepa recordar.
Cuéntame, ¿Tu que tal vas?
Hace días que no te oigo latir,
Y parece que algo te escuece,
Dime, ¿Qué es lo que ves?

Miradas rotas entre voces de silencio,
Versos de un poeta, rotos en el barro,
Noches de rutina guardadas en un cuadro,
Gritos de un lunático que chilla en la llanura
Gente que ríe del pobre que perece,
Muertos en vida avergonzándose de la luna.

Sabré besarte una vez más cuando falte el cariño,
Y después… olvidare que has existido.
Si es que acaso, existe el olvido.

miércoles, 26 de octubre de 2011


Cuesta salir al mundo,
Corrientes frías se acercan por el oeste.
Nubes grises entre rayos de luz,
Lluvia que moja la pradera,
Y el otoño enseñándote los sueños perdidos
Los ruiseñores tienen modales en la mesa,
Vuelan junto a un mar enfurecido.
El faro se detiene en un punto fijo,
Hace frío.

Cuesta hallar la palabra,
Noches blancas, ceniza en polvo,
Vestido elegante entre colchones vacíos,
Llueve afuera, las ventanas crujen, llegó el otoño.
Duermes al calor de la leña,
Un respiro de melancolía
Dibuja líneas y trazos.
Sobre el lienzo la pintura
Espera la escarcha de los primeros rayos de amanecer.

Páramo de noches oscuras,
La luna se desnuda, personificada en Virgen.
Suenan las campanas
Anunciando la llegada de los caballos,
Trote de vítores y estandartes,
Desde las ventanas pañuelos blancos.
La luz del cometa vuela al paso de la procesión
Tras ellos, una legión de demonios
Pisan las aceras con los pies descalzos.
Hace frío.
Recuerdo de noches blancas
En escritos de otoños olvidados.

domingo, 23 de octubre de 2011

Los acompañantes dados de la mano,
Se mantienen en vilo ante las sombras que acechan fuera del círculo.
Los juegos quedan a las espaldas de un niño que habla solo,
Y las ganas de hacerte caer en la locura,
Rebosan en una palangana con mierda, gente y barro.
Un beso, una caricia, una gota de agua,
Una puerta que se cierra de golpe, un acto violento, un chillido.
El portal esta abierto y los monstruos salen en busca de la luna,
Que ilumina la claridad en medio de la espesura negra.
Un ángel, una sombra, un demonio al cruzar la esquina
Un infierno bajo la última llama
De una vela encendida.
Un te quiero, un te echo de menos,
Un todo, un nada, un destino,
Y un pitillo tirado al suelo
Donde queda atrás, fuera de sueños y caminos.

jueves, 15 de septiembre de 2011

Cine.


Cosido, remendado,
Hilos de seda,
Y telas suaves.
Mar, olas, salitre
Sol bañando la piel.
Y en mis ojos
Se guarda la tarde.
Olor a mar,
Y caracolas en la playa.
Recojamos las conchas.
Suben mareas,
Y se duermen las horas.

Parecido, despistado,
Loco, atontado.
Los barcos entran a puerto,
Y el navegante sin sombra
Se queda de pie, aguardando,
La noche.

Perfecto, solitario,
Lugar, acompañado.
Juega con la arena.
Hagamos castillos,
Y hundamos la pala.
Lluvia, claridad,
Agua, calma,
El sol arde naranja
Y se esconden sus rayos.

Carretera, coche, recuerdos
Vuelta a casa.
Atardecer, lejos
Queda la playa.
Royo que se acaba.
Créditos, agradecidos,
Y una última palabra,
Comunico...

"Fin"

martes, 13 de septiembre de 2011

Soneto "Sin palabras".

En tu palabra queda este juego,
Juego de los bufones y payasos
Que gilipollas en circos varios
Se rinden culto frente al espejo.

Más una vez vi al sabio del silencio
Dedicar a muchos versos honrados,
¿Y sabéis que? Ocurrió el milagro,
Los que hablaban, Chiton enmudecieron.

Pues dueños de sus palabras sin seso,
Acabaron todos siendo esclavos.
Cesó el murmullo por aburrimiento.

Pues si el idiota está mejor callado,
Se pudran los "Listos" en su veneno,
Cesó el murmullo por aburrimiento.

viernes, 12 de agosto de 2011

Poemario

I El hombre

Soy dueño de un silbido que vuela,
Soy el despertar de lagos abismales
Soy serpiente venenosa que repta
Soy el que inyecta veneno en la tierra,
Soy sangre derramada y polvo,
Soy ceniza blanca y vida,
Soy el que busca ciudades de oro,
Soy el que abre la puerta al sol con el alba,
Y apaga las luces en la oscuridad de la noche,
Soy todo, soy nada, soy el hombre, soy las palabras.
Soy…

II (Fragmentos de segundo)

I
Escapa la realidad, y tu mirada acude a mí,
Como una foto del pasado otoño, y tu rostro,
Se refleja sobre este campo de ilusiones.
Renace como las flores de los almendros
Y de repente las noches son menos frías,
Y los días más grises son los menos.

Un rayo de luz invade esta húmeda pradera,
Que sueña contigo y nota el paso de las horas,
Convertido en segundos por imaginar tú pelo,
Convertido en arroyo que baja por la ladera.
Y me doy cuenta de que apenas te conozco,
Y mis sueños se van en un barco de botella.

II
Vuelvo a la realidad y nada tiene sentido,
Parece que sigue hacia donde vas tú,
¡Que no!, ¡que no!, no se si puede esto ser,
O dejar de ser, estoy echo un lío,
Que quiero o no quiero dejarme ver,
Que si te veo se aceleran mis latidos…

III
Vuela mi imaginación hasta el umbral de todo,
Y en los bordes del abismo no hay tiempo
Va más allá de ti, de mí, del cielo, del lodo.
Me encuentro un hombre, no sabe que decir.

El reflejo del sol hace que me sienta pequeño,
Y en medio de esta soledad, comienza el inicio.
Trepo a los árboles en busca de serpientes,
Y le tiro manzanas a la mujer que pasea.

Voy corriendo por el jardín del edén,
Saltando las normas de los privilegios, y robo,
El secreto que tiene la rareza de su génesis.
Robo, mato, follo, pervierto los seres de la creación
Y me quedo con aquel que dice escribir,
Los cuentos que nuestras mamas nos contaban.
Estamos refugiados en la venganza de Caín.

IV

Los ojos bien abiertos, que ha llegado la princesa,
Y no hay tiempo para hablar sobre cuentos.
El brillo de sus ojos me inspira por un instante,
Y crecen de nuevo en el campo las amapolas.
Si me devuelve la sonrisa prometo arrodillarme.
Aunque no haya hablado casi nada contigo,


No hay más palabras que quiera decirte,
Y en este fragmento de segundo, los aires soplan
Viento a favor de un corazón que quiere latirte.
Un corazón, que por más que quiera, no tiene ojos,
Por eso los sentimientos son siempre ciegos, sordos…


V
Un rayo de luz invade esta húmeda pradera,
Que sueña contigo y nota el paso de las horas,
Convertido en segundos por imaginar tú pelo,
Convertido en arroyo que baja por la ladera.
Y me doy cuenta de que apenas te conozco,
Y mis sueños se van en un barco de botella.

III El silencio 1

Tenebrosa calma que tortura los oídos,
Y hace dudar del valor del silencio,
Hace creer que en el fondo no soy nada,
¡Es verdad! Oigo tu nombre a lo lejos
Perdido entre la espesura de la niebla,
Pero no es mucho, solo son palabras,
Solo latidos de árboles desnudos,
Solo gaviotas que chillan al alba.
El barco echa el ancla y se queda atrapado,
Se queda atado al calor que desprende
El remolino de tus mágicas aguas.
La ciudad cambia de noche
Y delante del espejo un señor me habla,
Me dice que no sabe si estas ausente,
Si tu voz calla porque no quiere estos versos,
Si de verdad podré subirme a la rama.

III El silencio 2

Se lava la boca con jabón,
Enternece a la bestia más fiera,
Más ve que al fondo de la cuestión,
Tiene armas y no son de seda.
¡Que profundo es el corazón!
Ya sabes, carentes de maletas,
Entre tanto es mejor un adiós,
Que un no sabe no contesta.
Le va un pañuelo de estación,
Sin quedar a la hora concreta,
Pues en el tren en el que voy yo,
Prohíben despedidas teatreras.

IV
Está el alba mecida en
Un suspiro de libertad
Y el viento vuela y corre,
En las montañas de cristal.
Encuentro un punto de apoyo
En el reflejo de tus ojos,
Y aquí junto al mar,
Estoy cada vez más cerca
De escapar de todo.
Me pregunto donde estarás,
En este silencio crudo.
Solo quiero encontrar calma,
Y poder ir más lejos,
Lo más profundo de mi alma,
Saber que todavía sueño,
Que el águila que un día
Se estrelló contra el suelo,
Ha cicatrizado las heridas,
Y ha recuperado el vuelo.

La noche:

Sube el calor entre restos de tranquilidad,
Las luces de Madrid se mezclan
Con el silencio de una casa en calma.
Los soplidos de alguien que duerme,
El reloj da las tres de la madrugada,
Y los versos de Cortazar iluminan la plegaria.
Un violín acude a la llamada,
La orquesta empieza, y suenan las campanas,
El estruendo estalla, las bombas, los timbales,
Y de nuevo, brota la noche,
Tras el cristal de una ventana,
Y se hace el silencio, chss la gente duerme en sus camas.

V La poesía:

Más derecho que una vela,
Menos que el cuento del mártir.
Estuve destinado en la escuela,
A tender mis alas sobre el lápiz,
Aquí quien corre, no vuela,
Y pronto se me hizo tarde,
Así que obtuve la quimera,
Domesticando el papel de salvaje.
Después vino el eclipse de luna
Contando que el sol, se fue de mí calle,
Así que metiéndole mano a alguna,
Gané el diploma de cobarde.
Con el tiempo fui madurando,
Y los hechos se volvieron realidades.
Ahora el mar me da trabajo,
De aquellos que pocos saben.
Dos verdades de odas dormidas,
En un lecho que el infinito abre,
Y por eso no se ve la vida,
Escondida tras un sucio traje.
En fin, no se si esta despedida,
Sirve para el que hace,
Que en todos habite la poesía,
Y entiendan lo que no entiende nadie.




VI


Levántate y anda,
Se como el que no tiene sitio,
se como esa mañana
que siempre amanece.
!Vamos corre! levántate y anda,
Que pronto vendrán
Buscando sed de venganza
Vamos se como Lázaro,
Se como el estruendo que derriba montañas,
Como el huracán que vacía los mares.
!Vamos! y ahora el latir,
Respira, crece, brota
Se como el alba
Como la noche estrellada,
Vamos, despierta sal de tu casa
!Vamos! levántate y anda.

VII (La tierra y el agua)
El agua
-¿Alguna vez has oído crecer a los árboles?
O los ruidos de la cabeza no nos dejan escuchar
El silencio de los sabios y la visión de los colores,
Dime, ¿Es cierto que el camino se hace camino al andar?

La tierra
-Detesto el punto fijo de las flechas
Y las preguntas que siempre tienen respuesta
El camino sin desvíos
Y la prisión de las promesas.

El agua
-¿Y si mañana caemos
y así se cierra el ciclo
y volvemos a nacer
Saliendo de nuestro nido?
La tierra
Entonces gritare
Y me haré más fuerte,
Caminare lejos y nunca volveré.

"Y así se hizo Septiembre".

domingo, 29 de mayo de 2011

A Marcos Ana



Tiemblan las pisadas,
Por un puño de hierro.
Y se desgarra el alba,
Cuando los jueces,
Declaran la sentencia.
El sueño permanece,
Invicto en libertad,
Pero más allá de esos muros,
El poeta se queda atrapado,
En una rutina de silencio.
La celda, los grillos,
Que cantan al amanecer.
Se abren los ojos,
Y el nuevo día recuerda,
Que aún queda quien lucha.
Los barrotes son fértiles,
Y se reproducen,
Gracias a los ¡Hijos de puta!
Que imponen la condena.
Hoy un nuevo día, espera,
Un nuevo día que anochece,
De lejos las botas amenazan,
Tiemblan las pisadas.
En su mirada no hay desidia,
En su mirada queda esperanza.

sábado, 7 de mayo de 2011



El callejón sin salida,
Se abre para los malditos,
Y los guardias castigan
Sus fatales actos.
Cuarenta días y cuarenta noches
Lloviendo en la penumbra
Y las raíces aprietan,
Los besos de la luna.
Los peces, las gaviotas,
Los animales que vuelan,
Los que nadan, Los que se arrastran,
El hombre, el caballo.
La muerte, los gusanos.
Ver detrás de las piedras,
Y comentar la armonía del reino.
Un, dos, un dos, el valiente anda,
Un, dos, un dos, la maquina actúa,
En un mar de nubes,
Los robots no sienten nada,
El piloto automático se enciende,
Y las verdades no son nada,
Las mentiras no son nada,
No se siente nada por nada,
Solo mirar el cielo y decir
¿Cuánto cuesta una mañana?

lunes, 25 de abril de 2011



Los últimos transeúntes,
La cercanía del amanecer,
Un pitillo tirado al suelo,
El miedo a perder el tren.

Los portales están vacíos,
Las calles medio desiertas,
Todavía canta un borracho,
La canción de su ex mujer.

Noches de madrugada,
Por el parque del pereda.
Las últimas minifaldas,
Buscan una buena cartera.

El barrendero riega el asfalto,
La bruma comienza a crecer,
Y yo arrastrando mis pasos,
Vuelo hacia el último anden.

El sol viene empujando,
Los rayos del lucero del alba
La luna se va en su letargo,
A reposar su diurna resaca.

domingo, 17 de abril de 2011

Al inconsciente solitario


Aliado del bando enemigo,
Mensajero que anuncia derrotas
Marinero de mares vacíos,
General que pierde la victoria.

Una decisión sobre ruedas,
Tropezar con cruces de caminos
Preguntar y conocer la respuesta
Ante todo nada esta perdido.

Morirse de viejo siendo joven,
Dicen que el mundo se acaba,
El antifaz que tapa el desorden,
Traba cada una de las palabras.

La gente se pregunta por esto,
Lo otro, lo siguiente, mas allá,
Naciste en el sitio equivocado,
Sabes que no hay vuelta atrás.

Seguir dando tumbos por la calle,
Y tropezar para volver a caer,
Levantarse con la luz del semáforo,
Es azul y creo que hay que correr.

Cantando canciones pasadas de moda,
Bebiendo lo que no se puede beber,
El viejo que sujeta la pistola,
En el colegio no le debieron entender.

Aliado del bando enemigo,
Mensajero que anuncia derrotas
Marinero de mares vacíos,
General que pierde la victoria.

jueves, 7 de abril de 2011


El Whiskey se mezcla con la barra, esperando una garganta quebrada que se deje quemar.
En la calle llueve, y solo algunos viejos lobos, embutidos en chubasqueros caminan bajo la oscuridad de la noche.
Las luces de neón alumbran los corazones solitarios, y las sombras de los callejones esconden a los amantes de la medianoche.
Ella espera una respuesta mirando el mar, una respuesta que hace días que no se deja ver por el puerto.
A lo lejos la tormenta se les echa encima, y el naufragio es inminente. Los marineros le rezan a la Virgen del Mar para que les proteja, y entre los últimos rezos, un hombre suplica por verla una última vez, pero ya es inútil.
De repente despierta en la orilla, y al levantar la mirada ve su pelo mecerse con el viento, el sol ha salido y los pájaros vuelven a cantar. Todo esta ahí, todo existe y sin embargo sabe que la ilusión ha muerto, que se esta perdiendo entre el océano profundo, y mientras se hunde sonrie una última vez.

domingo, 27 de marzo de 2011

Que pasa si no me detengo ante tu puerta
Y me voy caminando sin haberte conocido.
Que quieres que te diga si no me permites
Acercarme a contarte que hoy no existe.

Me gustaría que no tuvieras en cuenta
Las cosas que nunca te dije al oído,
Y que supieses cuanta razón tenías
En no fechar la carta que no has escrito.

Mala fortuna de la flor de azahar
Que olvidó sus pétalos en primavera,
Y ahora antes de que llegue el verano
Quiso florecer pero se quedó seca.

sábado, 12 de marzo de 2011

Cuesta arriba y hacia el cerro,
Polaridades de la mañana
Entre la aurora y el crepúsculo.
Campos de cebada,
Desierto color oro.
Nuevo día, campanas de luto.
Anoche mataron a la sombra,
Que vagaba por tus ojos.
Hace tiempo que no te veía,
Sonreír y llorar a la vez.
Vente conmigo, caminemos,
Vente y no vuelvas a marcharte.
Cogiste el tren, olvidando la despedida,
Desde Santander hasta Madrid.
Puede que algún día,
Ella vestida de negro venga a por ti.
Y no te vuelva a ver jamás
Con la mirada perdida en el pasado.
Cuesta arriba y hacia el cerro,
Mataron a la sombra
Que te impedía tener recuerdos.
Cuesta arriba y hacia el cerro.

miércoles, 2 de marzo de 2011



En el culmen del fuego,
Nuestro interior clama por salir de las profundidades
Hacia el devenir de los tiempos.
En el funeral de Dios supimos cuantas ovejas
Se desparramaron en la oscuridad.
Capa larga y bastón de marfil,
La noche inspira los dones celestiales
Que crean la belleza infernal.
Los demonios, las brujas, los condenados
Las putas, el alcohol, el juego
Blasfemias del diablo,
Frente a las bienaventuranzas del señor.
El baile de los malditos
Ya ha empezado,
Y creo que la hora de negarse
Tres veces antes de que cante el gallo
Cuestionara la vida y la muerte,
Carpe diem
Y que comience la ceremonia.

domingo, 20 de febrero de 2011




Correr y perder el tren en la hora de partida.
Una guitarra de fondo dicta lo que quiero decir,
Pero la máquina de escribir ha dejado de funcionar.
Los arrabales ya no son peligrosos para nadie.
Las sombras ya no arropan a los ladrones,
Que tratan de esconderse entre multitudes
Y robar las plumas que contienen la vida.

Caes de repente hacia un domingo lluvioso,
Las gotas golpean la ventana,
Como palabras que ya no venían a tu boca,
Como canciones que rescataste del olvido.
Un domingo lluvioso, tranquilo, adormecido.
Un domingo de melodías afluentes
De compañías solitarias.

Un café por favor,
Quizás me haga falta más azúcar.
Para esta amarga canción que intento componer,
Una oración si es posible, que levante las minifaldas,
Y explosione los acordes que toco aquí,
Con mi guitarra.

Un letrero colocado en su puerta,
Escrito a pintalabios, decía lo siguiente:
“Solo si me dejas alejarme para dejarte huella
Te dejare entrar hasta el fondo,
Para echarte a patadas por irte sin mi”.

Así que me dispuse a cerrar el contrato,
Y dejarme ganar por una vez,
Entrando en su juego,
Mire las cartas sin que se diese cuenta,
Y me aprendí todas sus artimañas,
Pero ya nada de eso importa.
Porque ahora ya no existe esa historia.
Todo se marchito tras el invierno
Y la soledad regresó como un halcón,
Que caza su presa, matándola al instante.

Correr y perder el tren en la hora de partida.
Una guitarra de fondo dicta lo que quiero decir,
Pero la maquina de escribir ha dejado de funcionar.

domingo, 30 de enero de 2011

Retrato de lluvia, aguijón clavado,
Espina que quiero clavar.
Entierros express, vete
No se que hago aquí.

El portero cogió del llavero
La cerradura del juego
Y abrió la puerta al enemigo.
Entró el deseo.

Se mudó de casa,
Cuando entre por la puerta y
me cruce con ella.
Dos ojos, veinte miradas.

La maquina tragaperras,
Creo que se ha atascado.
Y no me salén mas monedas.
Esta vez no toca premio.

Intentare con otra ficha,
A ver si cuela...

domingo, 16 de enero de 2011



¿Y si me perdí en los recuerdos
y nunca supe volver?
¿Y si los demonios que me atormentan en las calles
nunca se irán?
Despierto arropado en el silencio de la noche
y solo las musarañas
De mi cabeza hablan de confianzas y amigos.
Os quiero mis tristes compañeras,
pero se que ese no es mi destino.
¿Y si las palabras que escribo,
se perderán como la ceniza en el aire?
¿Y si pronto o tarde no llega la arena
mecida entre un horizonte azul?
¿Y si el oleaje se detiene
y la maldición de mis tempestades
Derriba todos mis sueños de pájaros,
de calas desiertas, de olor a mar,
de olvido en pasado, del sabor del presente?