sábado, 7 de mayo de 2011



El callejón sin salida,
Se abre para los malditos,
Y los guardias castigan
Sus fatales actos.
Cuarenta días y cuarenta noches
Lloviendo en la penumbra
Y las raíces aprietan,
Los besos de la luna.
Los peces, las gaviotas,
Los animales que vuelan,
Los que nadan, Los que se arrastran,
El hombre, el caballo.
La muerte, los gusanos.
Ver detrás de las piedras,
Y comentar la armonía del reino.
Un, dos, un dos, el valiente anda,
Un, dos, un dos, la maquina actúa,
En un mar de nubes,
Los robots no sienten nada,
El piloto automático se enciende,
Y las verdades no son nada,
Las mentiras no son nada,
No se siente nada por nada,
Solo mirar el cielo y decir
¿Cuánto cuesta una mañana?

1 comentario:

  1. Enhorabuena por el blog, me ha molado bastante como escribes.
    Yo escribo (o escribía, ya que llevo un tiempo de sequía neuronal) poesía también.

    Pásate por mi blog si quieres y le echas un vistazo, te agrego! ;)

    www.oniricamentedespierto.blogspot.com

    Un saludo

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